Comunicado Oficial – N°1
Estimados Padres y Apoderados,
Esperando que todos ustedes se encuentren bien, es nuestro deber comunicarles que la Sociedad Educacional Colegio Cambridge S.A., fue formada en el año 2013 por padres y apoderados de la misma institución con el objeto de asumir la valiosa tarea de dirigir este proyecto educativo para nuestros hijos e hijas, en forma independiente a intereses económicos. Bajo estas premisas, siempre hemos puesto por delante el bienestar de todos los miembros de nuestra comunidad, guiándonos por los principios de participación, inclusión y transparencia, como también, con mucha pasión y compromiso por el proyecto educativo que hemos levantado, sorteando con éxito los diversos obstáculos que se nos han presentado durante ya ocho años.
En este sentido, hoy queremos informarles que estamos atravesando por un complejo escenario institucional, no solo por los desafíos que nos ha impuesto la inesperada llegada de la pandemia por coronavirus que, dicho sea de paso, con vuestro apoyo y el de todos los trabajadores de la institución hemos logrado sobrellevar de buena manera, sino que también, por otros hechos graves que han acontecido en este último tiempo.
Ha ocurrido que, a principios de año, iniciamos una negociación con la propietaria de los inmuebles donde funciona actualmente nuestro establecimiento educacional, a saber, la sociedad “Latorre Ovalle e hijos Limitada” con el objetivo principal de renovar los contratos de arriendo que se encuentran en plena vigencia. Las partes manifestaron expresamente sus ánimos de ajustar los detalles para renovar por largo tiempo más los citados contratos y, en tal dirección, nuestra administración gestionó su actuar en señal de confianza y compromiso con la continuidad del vínculo que une a ambas sociedades. En este contexto, de un modo inesperado e intempestivo, atentatorio contra toda buena fe de la negociación en curso y las gestiones que llevábamos adelante como requisito para la renovación, Latorre Ovalle e Hijos Ltda. ha decidido unilateralmente no renovar los contratos de arrendamiento que ambas sociedades mantienen desde el año 2014.
A pesar de que durante todos estos años nuestra administración jamás ha dejado de cumplir con sus obligaciones y por el contrario, ha destinado cuantiosos recursos en mejorar los múltiples déficits que presenta la infraestructura del colegio, bajo la certidumbre de una continuidad del proyecto educacional y la convicción del buen comportamiento como arrendadores, Latorre Ovalle e Hijos Ltda. atenta no solo contra sus propios actos adoptando una actitud inversa a la que estructuró el marco de negociación, y por ende, la buena fe, sino que además, repite el mismo escenario de crisis perturbador que generó en noviembre del año 2013 a los padres, apoderados y -principalmente- a nuestros estudiantes, cuando en aquel entonces, por falta de competencias y dedicación, informaba -sin mayores reparos- del cierre del establecimiento educacional para toda la comunidad escolar.
Para hacerle frente a la situación de cierre del 2013 (generada únicamente por la negligencia administrativa de Latorre Ovalle e Hijos Ltda.), fue que un grupo de apoderados nos vimos en la obligación de asumir toda la responsabilidad y las problemáticas del quiebre de su negocio, y con ello, entregar la anhelada continuidad educacional a las familias que veían con angustia la pérdida del año escolar 2014, al no contar con una institución a fin para matricular a sus hijos/as.
Hoy en día, luego de un largo camino de recuperación de la calidad de la educación y estabilización en el marco administrativo-financiero, la decisión de la sociedad inmobiliaria exige la entrega de las dependencias en el próximo mes de enero de año 2022, esto es solo con 5 meses de anticipación, sin ninguna mínima consideración al hecho de que esta parte es la misma sostenedora que se hizo cargo de su colegio que estaba en quiebra, somos los mismos padres y apoderados que hemos dedicado parte importante de nuestro tiempo a sacar adelante una institución que brinda actualmente una fuente de trabajo a cerca de 60 trabajadores, entre docentes, educadoras, técnicos, administrativos y asistentes, y presta servicios educacionales a más de 370 estudiantes, cubriendo así una comunidad escolar de más de 1.000 personas entre padres, madres y apoderados, cuyos destinos educacionales -con la actitud impuesta por Latorre Ovalle e Hijos Ltda.- han sido despreciados abiertamente una vez más.
Adicionalmente, la misma sociedad arrendadora nos informó que esta conducta ha sido motivada por una ex autoridad de nuestra sociedad educacional, doña Mirsa Saavedra, quién desde que fue apartada de la institución por reiterados abusos en contra de los trabajadores del colegio y desvinculada por “incumplimiento grave de las obligaciones que impone el contrato”, viene efectuando diversas acciones con la única finalidad de dañar el proyecto educativo y su administración, privilegiando solo sus intereses económicos por sobre los de la comunidad escolar, inclusive siendo socia actual de nuestra entidad sostenedora. En efecto, doña Mirsa Saavedra no solo ha demandado a la Sociedad Educacional Colegio Cambridge S.A. en sede laboral por millonarias cifras y ha declarado en otros juicios laborales en contra nuestra, sino que también, ha estado confundiendo (a su favor) a los apoderados al instalar un establecimiento colindante al nuestro usando el nombre de “Little Cambridge”, que no tiene relación alguna con nuestra institución y que lleva fácilmente a la confusión de las familias al aparentar estar vinculados, logrando un apalancamiento a su existencia y lucro, aprovechándose de que nuestro Colegio es ampliamente superior en todos los aspectos. Resulta evidente el interés que existe por adueñarse de este gran proyecto educativo y de sus beneficios económicos, y esta situación nos conmueve profundamente, porque es inversamente proporcional a los valores que impulsa nuestra administración, que promueve un gobierno corporativo con rotación periódica en su directorio y que no busca el lucro, sino que reinvierte las utilidades que se generan anualmente en el mejoramiento continuo de la institución.
Sepan ustedes que esta administración trabajará incansablemente para defender nuestro proyecto educativo y ejerceremos todas las acciones que sean necesarias para que nuestros queridos estudiantes, que son nuestros hijos e hijas, sigan recibiendo una educación ininterrumpida y de calidad, tal como lo hemos hecho siempre. Con el apoyo de un equipo experto de abogados estamos trabajando para que ustedes tengan la tranquilidad de que el año académico 2022 será realizado sin ningún inconveniente en las actuales instalaciones. Asimismo, pondremos en marcha un proceso de búsqueda de una nueva infraestructura institucional con miras al año 2023, que cuente con mejores condiciones para nuestros estudiantes, con espacios adecuados, seguros y modernos, en una ubicación que brinde comodidad de acceso para toda la comunidad y asegure la permanencia física en el largo plazo.
Finalmente, deseamos informar que perseguiremos judicialmente a los responsables de poner en riesgo nuestro tan cuidado proyecto educativo y los haremos asumir las consecuencias de su incorrecto actuar, de eso no tengan dudas.
Los invitamos a seguir confiando en nuestro proyecto educativo y matricular a su hijo/a sin ningún temor para este año 2022. Somos padres y apoderados igual que ustedes y defenderemos con más fuerza aún este proyecto comunitario que tanto ha costado forjar. Les mantendremos informados.
Saluda cordialmente,
Equipo de Comunicaciones
Sociedad Educacional Colegio Cambridge